En la historia de la lucha por la libertad africana, Patrice Lumumba brilla como un faro que nunca se apagó, aunque lo hayan querido silenciar. Líder independentista del Congo y primer ministro electo, Lumumba denunció sin miedo la hipocresía del colonialismo europeo y la explotación de su pueblo.
Su asesinato en 1961, orquestado por intereses belgas, estadounidenses y sus títeres locales, buscó frenar el despertar de toda una región que soñaba con decidir su propio destino. Pero su mensaje sobrevivió: la unidad, la dignidad y la soberanía de los pueblos no se negocian.
Para la comunidad Rasta, Lumumba es símbolo de resistencia y justicia. Su espíritu vive en cada trenza que tejemos como acto de identidad, en cada palabra que denuncia la opresión disfrazada de progreso. Porque como Lumumba dijo: "La historia algún día tendrá su palabra"... y esa palabra es libertad.
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