Europa y EE.UU. se dicen ecologistas, pero ¿quién paga la cuenta de su consumo?
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Natural Rasta, el local de Dreadlocks y Rastas en Buenos Aires te invita a leer la siguiente nota...  H1


En los últimos años, Europa y Estados Unidos se posicionaron como líderes globales en la lucha contra el cambio climático. Hablan de energías renovables, movilidad sustentable y reducción de emisiones. Sin embargo, detrás de ese discurso verde, millones de hectáreas de selva y mares quedan contaminados para sostener su modelo de vida.


¿Cómo funciona esta contradicción?
Mientras sus ciudades promueven autos eléctricos y bolsas reciclables, muchas de sus empresas trasladan la contaminación a países del Sur Global, donde es más fácil deforestar, explotar y derramar sin tanto control.

Ejemplos que lo demuestran

Amazonas y la soja: Grandes corporaciones agroindustriales europeas y norteamericanas compran soja y carne producidas en zonas deforestadas de la Amazonia brasileña, desplazando comunidades y destruyendo biodiversidad.

Chevron en Ecuador: Esta petrolera estadounidense (antes Texaco) operó en la Amazonía ecuatoriana durante décadas y dejó miles de hectáreas contaminadas por derrames de crudo. Aún hoy, comunidades indígenas siguen luchando por justicia ambiental.

BP en el Golfo de México: En 2010, la petrolera británica BP provocó uno de los peores desastres ambientales de la historia: la explosión de la plataforma Deepwater Horizon derramó millones de barriles de petróleo, afectando ecosistemas marinos y comunidades pesqueras.

 Plásticos y textiles: Grandes marcas de moda y alimentos fabrican sus productos en países asiáticos con aguas contaminadas por tinturas, microplásticos y residuos industriales.

 ¿Quién se hace cargo?

Detrás de cada discurso ?eco-friendly? hay una cadena de consumo que muchas veces no vemos. Y que casi siempre pagan los pueblos y ecosistemas más vulnerables. Si los países ricos fueran coherentes, regularían la huella ambiental de sus empresas a nivel global.

En Natural Rasta creemos que la conciencia empieza por cuestionar estas realidades y apoyar iniciativas locales, justas y responsables. Desde la comunidad, elegimos consumir menos, exigir más transparencia y cuidar la tierra que nos sostiene.


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12 de Julio, 2025

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